Este semana se registraron cinco asaltos en la vía pública en diferentes zonas. Reclaman por mayor seguridad.
En este siglo XXI de telefonos inteligentes, internet y redes sociales, los corteros corren serio riesgo, y no porque la gente prefiera usar un e-mail en vez de depositar una carta en un buzón, sino porque en Mar del Plata, como si fuese una historia del Lejano Oeste, los delincuentes asaltan en la calle a los encargadas de llevar la correspondencia casa por casa.
Desde el Correo Argentino hace tiempo que advierten esta situación: sus carteros son asaltados en la vía pública, en diferentes barrios y a cualquier hora.
“Van con el uniforme por la calle, solos y con un bolso lleno de cartas. Están regalados”, dice un trabajador del Correo.
Hay carteros que, cansados de ser asaltados, optaron por dejar de salir a cubrir sus rutas de entrega con sus bienes personales, como celular y billetera.
Ciertamente, si bien internet cambió la lógica con la que la gente se comunica y las cartas prácticamente dejaron de circular, los carteros siguen llevando sobres con contenidos muy valiosos, como documentos personales, pasaportes y tarjetas de débito de planes sociales.
Una de las principales hipóteis del Correo Argentino es que, justamente, los delincuentes asaltan a los carteros para hacerse con las tarjetas de débito y, antes de que se puedan denunciar, utilizarlas de alguna manera.
5×5: una semana completa de robos
Según pudo averiguar LA CAPITAL, entre el lunes 13 de noviembre y el viernes 17 cinco carteros fueron robados en la ciudad, siempre en horarios laborales, diurnos.
El lunes un cartero fue asaltado mientras repartía correspondencia en Rawson y España y el martes, a otro lo robaron en Mitre y 9 de Julio.
El miércoles fue el día de descanso para los delincuentes y los carteros pudieron trabajar en paz en sus recorridos. Pero el jueves la historia de los robos se repitió y en Luro y Jujuy un cartero fue asaltado.
El viernes los robos fueron por duplicado: un cartero fue abordado por delincuentes mientras entregaba un paquete en Garay y Salta y, en paralelo, a otro lo asaltaron mientras hacía su ruta en el Puerto.
“Están regalados”, diría de nuevo un trabajador del Correo. Regalados y en oferta de cinco por semana, parece.
En las oficinas del Correo Argentino están preocupados por la cantidad de asaltos en la vía pública que sufren sus carteros y buscan que la policía les asegure mayor control en la calle.